El ciclismo en todas sus modalidades tanto en carretera como en pista es un deporte que se realiza con una bicicleta, en exteriores con distintas condiciones climáticas y generalmente a grandes velocidades. En el ciclismo debemos proteger nuestros ojos de:
- Posibles caídas y contusiones.
- Entrada de partículas, arenilla y cuerpos extraños que podrían entra en los ojos cuando nos caemos.
- El aire: que nos provoca la evaporación de la lágrima y por consiguiente sequedad ocular.
- El sol: la larga exposición del ciclista al sol hace que esté expuesto continuamente a los nocivos rayos ultravioletas.
- El polen que se encuentra en zonas con abundante vegetación provoca conjuntivitis alérgica, patología muy típica entre los ciclistas.
Utilizando unas gafas específicas para este deporte se pueden evitar todas estas lesiones y se puede optimizar la calidad visual con tratamientos específicos en las lentes que nos eviten reflejos y nos estabilicen los efectos de la luz.